Mientras veía una película francesa, me quedé fijado en una parte donde mostraba a una chica que disfrutaba cada vez que iba al mercado, meter sus manos en un saco de… no recuerdo si eran de legumbres o de frutos secos. También por las tardes le encantaba tirar piedras en un arroyo y quebrar con la cuchara la superficie crujiente de los postres. Independiente de todo el contenido psicológico que tenía ese films, me puse a pensar en esos pequeños placeres que cada uno tiene debajo de su almohada. Cuando me refiero al término “placeres freak”, no me refiero a placeres locos o distorsionados, sino más bien a una especie de conductas interpretadas por cada uno como fuentes de bienestar, diferenciado totalmente a las que son conocidas por la sociedad de cada cultura.
Los placeres convencionales para algunos son el chocolate, el dormir, el sexo, la comida, un baño de tina y los placeres culpables: el alcohol, el tabaco, la velocidad, de vuelta el chocolate, etc. Sin embargo, existe un mundillo paralelo a este, regido por el mismo principio: “El placer”.
Los placeres freak son deleites de gran valor para el sujeto, pero cómico para el resto de las demás personas. Por eso se mantiene guardado bajo la privacidad, solo contado a los más cercanos en esos momentos donde el ambiente es grato y se cuentan cosas graciosas, y uno quiere contar lo más estúpido que le ha pasado o ha hecho, y viene otro que lo quiere superar… y así.
Ahora, escribiré algunos que me fueron contados bajo confidencia, pero que me permitieron narrarlo en este blog. Por eso, para guardar su identidad ante el escrutinio público, sus nombres serán remplazados por símbolos, pero sus placeres expuestos de forma abierta ante ustedes a modo de ejemplo.
Este es el caso de paz, una chica que le encanta desde pequeña, cuando va a casas ajenas, morder jabones. Le encanta morderlos, pero dejó bien en claro que no cualquiera, sino los que tienen colores más llamativos y rico olores.
Alegría, disfruta tocar cabellos de otros, meter su mano por el cuero cabelludo y acariciarlo. No obstante, también dejó en claro, siempre y cuando se vea limpio y sedoso.
Pereza, que me relató algo, no sé si bien es un placer freak o un capricho adrenalínico, pero lo cuento igual. Le gusta cuando va caminando por la ruta, acostarse rápidamente en ella, antes que pasen los autos.
¿Consideran que son suficientemente "freak"? No lo creo, si ustedes tienen alguno, de seguro que sí, o más de uno, y creen que pueden superar a los anteriores, escríbanlo con toda confianza en la sección de “comentarios”. Ahora, si les da mucha vergüenza, ponga la opción de “anónimo”. Veamos cuan "Freak" pueden ser sus placeres...
Los placeres convencionales para algunos son el chocolate, el dormir, el sexo, la comida, un baño de tina y los placeres culpables: el alcohol, el tabaco, la velocidad, de vuelta el chocolate, etc. Sin embargo, existe un mundillo paralelo a este, regido por el mismo principio: “El placer”.
Los placeres freak son deleites de gran valor para el sujeto, pero cómico para el resto de las demás personas. Por eso se mantiene guardado bajo la privacidad, solo contado a los más cercanos en esos momentos donde el ambiente es grato y se cuentan cosas graciosas, y uno quiere contar lo más estúpido que le ha pasado o ha hecho, y viene otro que lo quiere superar… y así.
Ahora, escribiré algunos que me fueron contados bajo confidencia, pero que me permitieron narrarlo en este blog. Por eso, para guardar su identidad ante el escrutinio público, sus nombres serán remplazados por símbolos, pero sus placeres expuestos de forma abierta ante ustedes a modo de ejemplo.
Este es el caso de paz, una chica que le encanta desde pequeña, cuando va a casas ajenas, morder jabones. Le encanta morderlos, pero dejó bien en claro que no cualquiera, sino los que tienen colores más llamativos y rico olores.
Alegría, disfruta tocar cabellos de otros, meter su mano por el cuero cabelludo y acariciarlo. No obstante, también dejó en claro, siempre y cuando se vea limpio y sedoso.
Pereza, que me relató algo, no sé si bien es un placer freak o un capricho adrenalínico, pero lo cuento igual. Le gusta cuando va caminando por la ruta, acostarse rápidamente en ella, antes que pasen los autos.
¿Consideran que son suficientemente "freak"? No lo creo, si ustedes tienen alguno, de seguro que sí, o más de uno, y creen que pueden superar a los anteriores, escríbanlo con toda confianza en la sección de “comentarios”. Ahora, si les da mucha vergüenza, ponga la opción de “anónimo”. Veamos cuan "Freak" pueden ser sus placeres...