miércoles, 16 de diciembre de 2009

.:Crisis:.

"No pretendemos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a las personas y países, porque la crisis trae progresos, la creatividad nace de la angustia como el día de la noche oscura. Es en la crisis donde nacen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Quien atribuye la crisis a sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más los problemas que las soluciones, la verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia”.
::Albert Einstein::
Popeye trata de ingerir Espinaca pero no puede abrir la lata de dicho vegetal, esta muy viejo y no tiene las fuerzas de antes. Su "fuerza" esta dentro de esa lata y  necesita abrirla para acceder a esa "fuerza". Situación paradojal. ¿Cómo lo hace? Toma placebo. Mientras tanto Olivia se encuentra en una perversa y pasional relación amorosa con Brutus a espaldas del viejo Marinero.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Una musa en búsqueda de su identidad.


Amantes de la noche, señores, contemplad la luna y su esplendor. Caballeros, mirad el fresco y saciadse de su tranquilidad. Caballeros de la noche, os pido un favor, no impidáis que las sirenas cambien de corrientes ni dejen de entonar su suave cantar. Dejen que las olas exploten en las rocas, que revienten de personalidad, mientras sus dulces tonos se mezclan con las saladas gotas del rocoso lugar. No impidáis que las nubes asechen a la esfera más llamativa de medianoche, cuando su tinte amarillo se refleja en las mareas de aguas frías, donde los piratas llevan y traen secretos... y los secretos se hunden en lo más profundo del vacío existencial. No permitáis que las brisas irrumpan a las musas que caminan de noche en busca de un sediento de inspiración, que caminan por las calles, que caminan por la costa, entre mojadas arenas, donde sus huellas se van perdiendo en la soledad, y sus pisadas son aplastadas por la furia del oleaje ocasional.

Una de ellas de melancólica mirada

ha dejado velas a su andar

velas encendidas

que el agua no ha podido apagar.

Quiere dejar señales

quiere quemar el mar

quiere cruzar el horizonte

quiere nadar y no pensar.

Está cansada, está agotada.

Ha disipado su creatividad,

esa creatividad que proyecta en otros

no la puede hallar.

La pobre

ha perdido su identidad.

Se ha sentado en una roca. Escucha las melodías en el mar, escucha a un pobre vagabundo quejándose de su largo transitar. Ha perdido todo, esposa, dinero, y la felicidad, ahora vagabundea por las calles en búsqueda de... quién sabe qué cosa quiere hallar. Quiere dejar atrás su soledad, quiere dejar atrás su ansiedad. Ella lo mira y le quiere hablar, más él la ignora como una sombra más. Ella danza para él, y lo distrae de su andar; quiere complacerlo, quiere inspirarlo además... quiere ayudarlo a encontrar su espontaneidad. Él mira al mar... saca un lápiz y una hoja arrugada de tanto guardar, y escribe una carta a su esposa, a quien no ha podido por años mirar. Escribe y saca lo que ya no pudo más ocultar, escribe para disculparse, lo que el vicio y la noche lo sedujo en alguna oportunidad. Han caído lágrimas, ha derramado pena de tanto aguantar, ahora sus suspiros son de anhelos y bienestar. El viejo infame regresa por donde vino, perdiéndose de vuelta en la enorme cuidad... quién sabe si alguna vez, tenga una segunda oportunidad.

Se escuchan las olas golpeando las rocosas superficies de la costa, las idas y vuelta del mar, las sirenas se han sumergido en busca de tesoros y joyas para complacer su vanidad, mas la musa se detiene, se contempla, sonríe, pues ya ha encontrado su identidad, y en un despertar de amanecer, su alma se pierde en el enorme caudal.

Por eso señores, cuidad de lo que es nuestro. Nuestras aguas, nuestras brisas, nuestro mar, para que las musas se inspiren e inspiren a los demás. No rompamos este círculo vicioso que de alguna forma todos vamos a ganar.

Mi musa ha parado de danzar.