En nuestro primer año de universidad nos sentimos como pollitos recién salidos del cascarón que ingresan a un "gran gallinero". Observamos todos tipos de especímenes: pollos de un lado a otros, gallinas seguras de sí mismas y gallos recorriendo las mismas rutas rodeados de pares, y nos sentimos algo desadecuados.
Un año en donde conoceremos nuestro nuevo estilode vida, en las que aparecerán personas donde pasaremos de un grupo a otro, hasta formar el nuestro propio. Estamos pendientes del que pasa, con los cincos sentidos al máximo, queremos conocer a todos, que nos conozcan, integrarnos a la rutina. Preocupados de mostrar un estilo, una imagen. Saludamos a todos con una sonrisa, todos nos caen bien con sus excepciones.
Todo anda bien en un principio, hasta que nos enfrentamos a nuestro gran desafío: el comedor. Una hora consensuada en donde se reúnen la gran masa de estudiantes, provenientes de diferentes partes, representando diferentes carreras, países, reunidos en clanes, charlando y hablando de lo bueno que fueron sus vacaciones, y tú, con suerte conoces a tu propia sombra. Estos estudiantes reunidos y separados en dos lados, los dos extremos del comedor dejando toda una "pasarela" en el medio para que pases y te expongas al escrutinio público; entonces es ahí donde te formulas mil preguntas, si pasas o no, ¡pero tienes que almorzar!, no te pueden incomodar quinientas personas y cinco cajeros. Te cuestionas tu seguridad como un estudiante más y, luego de tres minutos y cuatro personas que pasan al lado tuyo, decides darte media vuelta e irte. Por hoy dejarás que se atrase tu exposición a la farándula. Ese día almorzaste afuera y cenaste en tu habitación. Luego con más seguridad y un grupo de amigos, venciste tu primer obstáculo. Discriminaste a tus amigos de tus conocidos y de las personas "x". Te acomodaste a tu nueva vida cotidiana. Aparecieron los primeros brotes de extrañeza a los familiares y las primeras semanas de estrés de estudio. Pero lo sobrellevaste, sobreviviste. Año finalizado.
Vacaciones. Año entrante.
Todas las vicisitudes que viviste en tu año anterior, te hicieron madurar en cierto sentido, ya no eres el mismo polluelo que entró con inseguridad, ahora ya estas todo un pollo que se maneja bien en los horarios, con las personas, el ritmo de estudio, dominas las direcciones de memoria, ya estas consolidado en un grupo, en una carrera. Te da lo mismo ahora las personas que pasan al lado tuyo. Estas más cómodo, ya sabes a quien saludar y a quién no. Te importa un carajo que opinen de ti, o de cómo salir de tu pieza sin vestirte bien. Dominas al sistema. Entras y sale del comedor cada vez que se te antoja. Ya eres parte de, amigo de, pero una cosa: nunca terminas de conocer gente nueva. Y lo más gracioso es que cuando ves entrar a esos estudiante que por primera vez tocan la universidad, te detienes un segundo y observas, con todas sus valijas, con sus padres, esas caras inseguras, anhelosas, mirando a todo el mundo, tratando de ser agradable, sonriéndole a cada cosa que se mueve, sueltas una leve sonrisa ya que sabes que son los nuevos polluelos… polluelos que ahora ingresan a "tu gallinero". Novatos. Y sigues con el paso. Tu vida.
1 comentario:
Hola xD
solo queria decirte que me gusto mucho eso que escribiste :)
suerte!!
Chau! =*
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