sábado, 12 de julio de 2008

El mundo de las letras.

Mientras chateaba y veía una pelicula francesa en el TVcable de un escritor, me di cuenta de algo. Me gusta las historia, novelas, peliculas, sobre escritores. Las vivencias de un escritor sumergido en su vida cotidiana, en la urbe y todo lo que implica. Sobre su necesidad de escribir y de como se gana la vida a través de ella. Desde las trasnochadas por trascribir y plasmar sus ideas, hasta ese café humeante mañanero leyendo un buen periodico. El personajes tiene que tener una mezcla de juventud, fasha, estilo y dotes para la escritura, algo o mas bien alguien con quien identificarme. Es así, una especie de Introyección, creo. Y bueno, como se dieron cuenta, me gusta escribir, tengo un alma de escritor, unos de mis hobbie mas entretenidos, porque mi formación es de otra area, Psicología.
Todos podemos ser escritores si queremos, es solo escribir, tan simple como tener a mano un bolígrafo y papel, y para los más avanzados... microsoft Word. A pesar que a futuro voy a tener pacientes, me encantaría publicar libros, varios libros, novelas, cuentos; trabajar en un periodico, para una revista, tener una columna o hacer artículos. Me veo en eso, por ahora me conformo con mis escritos y el blog. En estos momentos me sujeto en el soñar, practicar en fragmentos. Dicha razón hace que me guste las historias sobre escritores. Muchas veces he tenido que aguantar tramas aburridas, soportar series, por el hecho de que había un personaje escritor. El arte de escribir, es el arte de materializar las ideas, los pensamientos. Es traer al mundo de las letras lo subjetivo por medio de un papel... en otras palabras, el arte de las palabras.

Si leen esto, y saben de alguna trama buena que me recomiende, escríbanlo en la sección de comentarios por favor.
Y sin mas, este texto, ha sido publicado.


Diego Ignacio
Escritor de blogs

1 comentario:

Plumas dijo...

Tener un blog ya es algo.
Bueh, diras que no cuenta nada hacer uno, es solo abrir una cuenta, pero ya es algo para emprezar y tener la constancia de escribir.